Esto va de mal en peor.
Cada vez me siento peor conmigo misma y no sé cómo solucionarlo.
Los días se me hacen mucho más largos, sobre todo, los viernes cuando tenía que estar en la calle riéndome como una loca y cotilleando como una cerda, pero no todo en el campo es orégano y ya es el tercer finde que acabo en la misma habitación escribiendo a mi único confidente, a ti blogger, gracias a ti, el único que últimamente me escucha ya que creo que carezco de ese tipo de personas conocidas como "mejores amigos".
Hace algún tiempo recuerdo que yo tenía un mejor amigo, al cual le contaba todo lo que me pasaba, cuando estaba bien me reía a carcajadas y cuando estaba mal, lloraba como una descosida delante de un simple ordenador ya que solo teníamos tiempo para hablar por las noches debido a nuestras ajetreadas agendas personales.
Ahora me doy cuenta de que echo mucho de menos a esa persona, ya no le cuento a nadie mis problemas y de ahí que todos los días acabe llorando abrazada en la almohada con cualquier tontería que me ha pasado a lo largo del día.
Asique...hago un llamamiento en plan SOS: Amigo mío, si estás ahí... ¡MANIFIESTATE!
Mientras te espero seguiré escuchando canciones de Lily Allen y llorando como una descosida en la almohada que en vez de una almohada ya se parece más a una toalla empapada que para lo que sirve...=)
Cada vez me siento peor conmigo misma y no sé cómo solucionarlo.
Los días se me hacen mucho más largos, sobre todo, los viernes cuando tenía que estar en la calle riéndome como una loca y cotilleando como una cerda, pero no todo en el campo es orégano y ya es el tercer finde que acabo en la misma habitación escribiendo a mi único confidente, a ti blogger, gracias a ti, el único que últimamente me escucha ya que creo que carezco de ese tipo de personas conocidas como "mejores amigos".
Hace algún tiempo recuerdo que yo tenía un mejor amigo, al cual le contaba todo lo que me pasaba, cuando estaba bien me reía a carcajadas y cuando estaba mal, lloraba como una descosida delante de un simple ordenador ya que solo teníamos tiempo para hablar por las noches debido a nuestras ajetreadas agendas personales.
Ahora me doy cuenta de que echo mucho de menos a esa persona, ya no le cuento a nadie mis problemas y de ahí que todos los días acabe llorando abrazada en la almohada con cualquier tontería que me ha pasado a lo largo del día.
Asique...hago un llamamiento en plan SOS: Amigo mío, si estás ahí... ¡MANIFIESTATE!
Mientras te espero seguiré escuchando canciones de Lily Allen y llorando como una descosida en la almohada que en vez de una almohada ya se parece más a una toalla empapada que para lo que sirve...=)
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