Llega carnaval,
ese día en el que nos disfrazamos encima de nuestro otro disfraz.
Creo que pocas son las personas (admítelo, tú también eres de ellas) que no viven sin una máscara en su cara frente a los demás, intentando ocultar nuestro lado más oscuro.
Cada uno deberíamos intentar ser tal y como somos, no esconder una verdad que es imposible de tapar. Nuestros defectos se descubrirán en el momento más inesperado provocando risa, lloros o incluso un aplauso por parte de los que te rodean.
Las mascaras solo deberían existir para los carnavales venecianos
Si aún sigues con esa máscara en la cara, ¡quítatela!
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